lunes, 26 de abril de 2010

Consideraciones sobre el Reciclaje de Computadoras

Mi preocupación con los proyectos de reciclaje de computadores es que muchas veces resultan ser como se dice en mi país más la sal que el chivo: la logística de armarlos es compleja y costosa, se requieren bastantes recursos humanos, materiales y logísticos, no se tiene el beneficio de garantía y el producto final tiende a ser un computador con rendimiento de segunda categoría comparado con uno nuevo.
Si me ponen a elegir entre dotar a los estudiantes de un país con computadores reciclados con partes usadas y velocidad promedio al precio de US$200 c/u vs. computadores nuevos comprados en cantidad a US$700, con garantía de 3 años en piezas y partes, instalación y configuración, soporte, sistema operativo y software instalado y capacidad y rendimiento de alta velocidad, recomendaría sin vacilar los nuevos.
No porque los US$200 por unidad del computador no incluyan todos los costos ocultos que listo debajo, ni porque las pantallas y otros componentes se desgastan significativamente en el tiempo, ni siquiera porque al comprarlos nuevos tienes garantía, instalación y soporte, sino principalmente porque los computadores nuevos ofrecerán un rendimiento mayor y no harán que los estudiantes o usuarios finales se vean limitados por equipos antiguos, viejos, desfasados que lo único que logren sea garantizarles un puesto de ciudadanos de segunda categoría en la sociedad de la información.
Pensar que lo que hace falta en las escuelas o en las comunidades es computadoras y que ello se resuelve dotándoles de computadoras es una visión muy limitada de las necesidades de la gente, de los problemas que se enfrentan y del potencial de las TIC para potenciar el desarrollo humano.
Me opongo rotundamente a que se inunden nuestras escuelas y comunidades con computadores desfasadas bajo el título de "recicladas" que no tienen la capacidad de apoyar plenamente la creatividad de los usuarios y los colocan varios años de rezago con respecto del mundo.
Para promover el desarrollo de capital humano con las habilidades que el competitivo mundo en que vivimos y que pueda aprovechar plenamente el potencial de las TIC se requieren buenas computadoras, con buena capacidad y que les permitan acompañar las revoluciones que están ocurriendo hoy mismo, no hace 8 años, y las que estarán ocurriendo en los próximos años.
No se trata ni siquiera de la capacidad para correr las aplicaciones de hoy, lo cual bien puede hacerlo una computadorita viejita debidamente "recauchada" o reciclada, sino de si tendrá la capacidad para que los usuarios puedan crear cosas nuevas en ellas y contribuir creativa y significativamente a su comunidad y a la sociedad de la información y no ser simples espectadores en ella.
Exijamos a nuestros trazadores y ejecutores de políticas que amplíen el presupuesto disponible para nuestras escuelas y comunidades en vez de intentar ahorrar unos centavos para dotarlos de equipos de segunda categoría que sólo producirán resultados de segunda categoría.

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